BENEFICIOS. Uno de los efectos más importantes de la helioterapia estan relacionados con la síntesis de la vitamina D en nuestro cuerpo. Cuando estos rayos UV interactúan con una proteína llamada 7-DHC en nuestra piel, se produce vitamina D3 que es una vitamina esencial para nuestra salud y longevidad.

Es importante mencionar que para aprovechar al máximo la vitamina D que obtenemos del sol, debemos evitar aplicarnos protector solar, ya que este bloquea los rayos UV. Sin embargo, no hay de qué preocuparse. Con tan solo 10-15 minutos de exposición solar es suficiente, siempre y cuando expongamos más del 50% de nuestra piel (no solo la cara y los brazos, sino también las piernas, el torso y la espalda). Después de este tiempo, es esencial aplicar protector solar para evitar problemas graves en la piel, como el daño al ADN de las células de la dermis y el aumento del riesgo de cáncer de piel.

Las cremas de protección solar con un factor de protección superior a 50 son las más efectivas para contrarrestar los efectos nocivos del exceso de rayos ultravioleta y reducir el riesgo de carcinoma y envejecimiento prematuro de la piel. Es importante tener en cuenta que las personas de piel clara necesitan menos tiempo de exposición al sol para obtener niveles óptimos de vitamina D. Con tan solo 10 minutos es suficiente. Sin embargo, las personas de piel más oscura o bronceada requieren de 15 a 20 minutos de exposición sin protección.

Cuando se realiza adecuadamente, la helioterapia puede aportar varios beneficios para la salud:

1. Síntesis de vitamina D: El sol es una fuente natural de vitamina D, esencial para la salud ósea y el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico. La exposición al sol en las horas adecuadas puede estimular la producción de vitamina D en nuestra piel.
2. Mejora del estado de ánimo: La exposición al sol puede aumentar la producción de serotonina, una hormona asociada con el bienestar y la felicidad. Pasar tiempo al aire libre bajo el sol puede tener un impacto positivo en el estado de ánimo y reducir el riesgo de trastornos del estado de ánimo, como la depresión.
3. Regulación del ritmo circadiano: La luz solar es fundamental para regular nuestro reloj biológico interno. La exposición a la luz natural durante el día y la oscuridad durante la noche ayudan a mantener un ritmo circadiano saludable, lo que mejora la calidad del sueño y la salud en general.
4. Estimulación del sistema inmunológico: La luz solar puede tener efectos positivos en la función del sistema inmunológico, ayudando a protegernos contra infecciones y enfermedades.

Sin embargo, es crucial tomar ciertas precauciones durante la helioterapia para evitar daños a la piel y la salud en general:

1. Evitar la exposición excesiva: La sobreexposición al sol puede aumentar el riesgo de cáncer de piel y envejecimiento prematuro. Es fundamental evitar la exposición prolongada al sol en las horas de máxima intensidad, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
2. Utilizar protector solar: como ya hemos explicado anteriormente
3. Mantenerse hidratado: Es importante beber suficiente agua durante la exposición al sol para prevenir la deshidratación.
4. Proteger los ojos: Utilizar gafas de sol con protección UV ayuda a proteger los ojos de los daños causados por la radiación solar.

En conclusión, cuando se realiza de manera consciente y responsable, la helioterapia puede ser una práctica beneficiosa para la salud y la longevidad. Disfrutar del sol en moderación y tomar las precauciones necesarias nos permite obtener sus beneficios sin comprometer nuestra salud. Recuerda siempre consultar con un profesional de la salud antes de realizar cambios significativos en tu rutina de exposición al sol.

En mi programa de longevidad y salud, incluyo 15 minutos de exposición al sol, tres días a la semana. He optado por esta duración porque mi piel ya está bronceada y, por tanto, necesito más tiempo en comparación con una persona con la piel más clara, para obtener todos los beneficios de los rayos UV.

Realizo esta terapia justo después de completar mi circuito en la zona de aguas y la sauna. Para ello, me tiendo durante esos 15 minutos sobre el césped del área exterior de la piscina climatizada cubierta del club de natación de mi ciudad. Aprovecho este tiempo para practicar técnicas de relajación y respiración, combinándolas con apneas. Es importante destacar que incluso en invierno, no renuncio a esta práctica y salgo al exterior para realizar mi sesión de helioterapia. En esos momentos, aprovecho para llevar a cabo la terapia de crioterapia de forma simultánea.

Esta experiencia me brinda una sensación renovadora y una conexión con la naturaleza, mientras obtengo los beneficios del sol para mi bienestar general y mi salud. ¡Es un momento que valoro y disfruto como parte esencial de mi camino hacia una vida larga y saludable!