BENEFICIOS DEL ZINC. En diferentes investigaciones realizadas con pacientes que padecen cáncer, se ha observado de manera consistente un desequilibrio entre los niveles de cobre y zinc en todos los casos, siendo siempre favorable al cobre. En algunos casos, los niveles de cobre incluso superaban el doble de los niveles de zinc. Este desequilibrio se ha asociado con enfermedades degenerativas y un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Es por ello que resulta crucial mantener un balance adecuado entre el zinc y el cobre en nuestro organismo. Se ha determinado que una relación de 1,40, donde los niveles de zinc son 1,40 veces superiores a los de cobre, es óptima para prevenir problemas de salud y mejorar nuestra calidad de vida.

La deficiencia de zinc puede causar problemas fisiológicos y es un indicador predictivo de enfermedades crónicas, aumentando significativamente la predisposición a desarrollar patologías. Es, por tanto, un escenario que debemos evitar a toda costa, y es por eso que la suplementación de zinc se convierte en una intervención terapéutica esencial. Mientras el cobre es prooxidante, el zinc es un poderoso antioxidante. Por lo tanto, el desequilibrio entre cobre y zinc genera mayor oxidación y más radicales libres, lo que contribuye al desarrollo de enfermedades degenerativas.

Pero eso no es todo, el zinc es necesario para una amplia gama de procesos biológicos. Participa en la función inmunológica, apoya la salud del sistema nervioso, contribuye a la síntesis de proteínas y al metabolismo de los carbohidratos, y desempeña un papel clave en la expresión génica. Ahora tienes en tus manos el conocimiento necesario para tomar acciones y mejorar tu salud de manera significativa. ¡No esperes más! Comienza a implementar una suplementación de zinc adecuada y experimenta los beneficios transformadores en tu bienestar general.

MI EXPERIENCIA PERSONAL

Para mí, es vital mantener un equilibrio saludable entre el cobre y el zinc en mi organismo. Este balance tiene un impacto significativo en mi salud y en la prevención de enfermedades degenerativas, especialmente el cáncer.

Procuro obtener este valioso oligoelemento a través de los alimentos que consumo diariamente (puedes encontrar más detalles en la sección de alimentación de mi página web). Sin embargo, a veces la cantidad obtenida solo a través de la dieta no es suficiente para alcanzar los niveles óptimos y contrarrestar los efectos del cobre en mi cuerpo. Por eso recurro a la suplementación.

Para lograr el balance deseado de 1,40 de zinc en relación al cobre en mi organismo, necesito superar tres veces la cantidad diaria recomendada (CDR o RDA). En mi caso, eso implica tomar 30 mg de suplemento de zinc al día. Sin embargo, quiero enfatizar que cada persona es única y sus necesidades pueden variar. Por eso, siempre recomiendo realizar análisis periódicos y consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada para ti.

No suelo seguir al pie de la letra las recomendaciones diarias de los organismos oficiales ni me dejo llevar por información que encuentro en internet o en vídeos de YouTube. Prefiero escuchar a mi propio cuerpo y realizar evaluaciones/analíticas regulares para entender mis necesidades individuales de nutrientes, vitaminas y minerales.
Te animo a que sigas mi ejemplo y busques tu propio equilibrio. ¡Recuerda que tu salud es lo más importante y merece la atención adecuada!